La manifestación estatal del Orgullo 2021 se celebró el 3 de julio en Madrid, entre Atocha y Colón. Pasábamos unos días en la capital con motivo de nuestro 40 aniversario, así que nos acercamos a ver el ambiente. A Madrid estaban llegando ese fin de semana participantes de toda España y, por lo que vimos y oímos, de gran parte del extranjero.
Antes de las ocho estábamos en la cabecera, y nos colocamos en primera fila; no había aglomeración ninguna, al menos frente al Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030 —¡vaya nombrecito!—. En este viaje llevaba una cámara casi de juguete, además me propuse no moverme del sitio, solo pensaba tomar algunas fotos para recuerdo.
Empezaron a pasar primero los medios y luego pancartas, toda clase de agrupaciones, vendedores de abanicos, lateros… Por cierto, a uno que pasaba a mi lado lo detuvo un policía que iba con su bandera arcoíris y su placa en el bolsillo; fueron solo cinco segundos, todo estaba muy controlado. El ambiente genial, todo buen rollo, risas y reivindicaciones; también algunas caras serias, las menos. De vez en cuando una batukada o una escola do samba; a mí —como a Brassens— la musique qui marche au pas, cela ne me regarde pas, pero reconozco que los bombos, aquí como en Calanda, animaban a seguir en el evento. A las nueve eché un vistazo hacia Atocha y no se veía el final; entonces paseamos entre la gente hasta la Cibeles y volvimos a Callao a tomar un refrigerio.
Después de ver las fotos, he pensado ponerlas en una página; también he subido fotos de PHOTOESPAÑA 2021, y pronto de la escapada a Madrid. El reportaje no está para tirar cohetes, pero es lo que vio mi cámara en este Orgullo 2021.