Primeros viajes a Almería
La primera vez que estuve en Almería fue en 1977, con el grupo teatral Nueva Juventud, haciendo dos funciones, una en la capital y otra en Laujar de Andarax. De este primer viaje solo tengo dos fotos y una caja de cerillas del hotel en el que nos alojamos. Volví en 1991 para participar en unas jornadas de televisión escolar, de las que solo conservo el diploma que me dieron. Y en el 92, dentro de un Aula Viajera, pasé un par de noches allí, mientras visitábamos El Ejido, Calar Alto, Tabernas, Níjar… De aquel paso por Almería no tengo fotos, pero sí un corto vídeo que hice desde el autobús.
Almería en 2023
Aprovechando los últimos calores, en octubre de 2023 pasamos unos días en un aparthotel de Aguadulce, muy cerca de la capital. El día 11 salimos a media mañana de Córdoba y llegamos a la hora de comer. Aquella tarde fue de relax y piscina, en la terraza del hotel, en la que estuvimos solos.
El jueves amaneció un día precioso. Era festivo y empezamos con un largo paseo. Después, aunque estábamos a un paso de la playa, nos quedamos en nuestra terraza.
A las siete de la tarde teníamos una visita concertada en el Centro Andaluz de la Fotografía. Aparcamos en el muelle de Levante y pasamos por la catedral. La exposición de Martin Parr —ALMERIPARR— nos sorprendió. Ya habíamos visto fotos suyas en PhotoESPAÑA, pero la retrospectiva del CAF era mucho más completa.
El viernes 13 por la mañana volvimos a Almería para visitar la catedral, que más bien parecía una fortaleza. Mientras abrían el monasterio de la Purísima —Las Puras— paseamos por la Plaza Vieja y entramos en el Centro de Información Patrimonial, interesante centro de interpretación de Almería. Desde la terraza había unas vistas impresionantes del Ayuntamiento y de la Alcazaba (que dejamos para otra ocasión). El monasterio, que era una preciosidad, estaba habitado por una comunidad de religiosas de clausura, que durante las horas de apertura hacían su vida en otras dependencias. Por último cruzamos el Paseo de Almería y la rambla, para subir al Cable Inglés, un cargadero de mineral, que funcionó hasta 1970 y que estaba recién restaurado.
La tarde fue de piscina y paseo por Aguadulce; las nubes empezaban a ocupar el cielo de Almería.
El sábado a primera hora unos churritos pusieron el punto y final a esta escapada otoñal.
