Azerbaiyán fue el primer destino en la ruta por el Cáucaso que hicimos en agosto de 2014. Nos encontramos un país con una gran herencia cultural y una sólida economía sustentada por su producción de petróleo. Lamentablemente, desde hace 30 años está en guerra con Armenia por el control de la región del Alto Karabaj.
El viernes día 1 visitamos en la capital Baku, la Ciudad Vieja y el Palacio de los Shirvanshah ambos Patrimonio de la Humanidad. Por la tarde, el Parque Kirov, que es un cementerio memorial a los mártires de la guerra. Después nos desplazamos al Templo Zoroástrico de Ateshgah y a la cercana Montaña de Fuego Yanar Dagh en la que arden constantemente filtraciones de metano.
El sábado fuimos al Parque Nacional de Gobustán, también Patrimonio de la Humanidad, conocido por sus petroglifos y pinturas rupestres. Después de comer y descansar en el estupendo hotel Atropat, por la tarde dimos un largo paseo por la ciudad, donde compré unos regalitos para mis maestras. Por la noche me quedé embobado en la terraza del hotel contemplando las Flame Towers (hay un vídeo al final de la galería).
El día 3, salimos en ruta hacia Sheki. Hicimos paradas en el Mausoleo de Diri Baba, después en la Mezquita de Shamakha y por último en el Mausoleo de Yeddi Gumbaz. Una vez en Sheki entramos en el Palacio de los Khanes y después paseamos por esta encantadora localidad provinciana.
Al día siguiente, nuestro guía-traductor nos condujo hasta el paso fronterizo entre Azerbaiyán y Georgia. Es indescriptible la sensación de transitar por tierra de nadie, a solas con tu equipaje y tu pasaporte.