Mis paseos por Córdoba en 2024, por primera vez, van a estar en internet cada vez que salga a tirar fotos. Como en la página de 2023, habrá muchas imágenes capturadas con el móvil, y espero que también con mis dos cámaras de verdad, la de carrete —una Nikon F90X— y la digital que acabo de comprar de segunda mano —una Fujifilm X-T3 (2018)—.
El Mercado Ibero-Romano
Empiezo este capítulo fotográfico de mis anales con las fotos de la salida organizada por Stephanus Meyer, al mercado ibero-romano (así se llamaba) del 27 de enero, en el que acabé un carrete Ilford HP5 que tenía cargado meses. También hice algunas con mi pequeña X-A5, pero como siempre, charlé más que retraté. La galería sigue con algunas de móvil de mis paseos, entre ellas, unas del Palacio de Orive.
El Rally del Distrito Norte
El domingo 10 de marzo participé en el segundo rally del Distrito Norte. En este formato de salida no se pueden retocar las fotos, y casi ni verlas; para colmo fue un día lluvioso. Este año me moví por la zona baja, calle del Nogal en la que vivió una de mis tías. Al final de la galería están las tres fotos que presenté, elegidas casi a ciegas.
Con Alma de Mujer
A mediados de marzo visité la exposición «Con alma de mujer» en la que participaban varias fotógrafas que conocía.
Viernes de Dolores
El viernes de dolores salí por fin a probar la X-T3 que había comprado de ocasión. El día estaba plomizo y vagué sin rumbo fijo. Entré en un par de iglesias —San Francisco y San Pablo— para ver los preparativos de los pasos de Semana Santa, que se presagiaba pasada por agua. Acabé en la plaza de Capuchinos, donde una multitud hacía fila para visitar a la Virgen de los Dolores.
Día Mundial del Arte
El 13 de abril se celebraba el día mundial del ARTE y fue una buena ocasión para hacer fotos callejeras y de paso seguir probando mi X-T3, así que hicimos un recorrido por todos los lugares donde había artistas trabajando.
Después, estuve de viaje de fin de curso en Burdeos, y a la vuelta, solo hice algunas fotos en nuestras marchas domingueras. También me enteré que dos de las tres fotos —la primera y la tercera— que presenté en el rally del distrito norte habían quedado finalistas, por lo que tuve que ir a recoger el diploma.
Fernando Botero: Sensualidad y melancolía
Botero, con su inconfundible estilo, es conocido por haber sembrado sus obras por todo el mundo. Así, resulta un lujo tenerlo en Córdoba, aunque sea una retrospectiva muy parcial de su genio.
«DONDE UNA TEA ALUMBRA»
El miércoles 26 de junio también me acerqué —solo fue una primera visita— a la recién estrenada exposición de la sala VIMCORSA, una panorámica de la figuración andaluza actual. Estas esposicones, además de ponernos al tanto de lo que se cuece en el arte de nuestra región, dan mucho juego para buscar y encontrar encuadres y diálogos entre las obras expuestas. Notaréis que gasté casi todo el «carrete» en Luis, la genial escultura en resina de José Manuel Belmonte. Volveré.
Una mañana de las últimas de junio, estuve paseando por el entorno del río con mi sobrina de 10 años. Le conté que —cuando yo era poco mayor que ella— había hecho una foto allí mismo con una cámara 6×9 de mi padre. No supe cómo explicarle que la vista de Córdoba hace cincuenta años era muy diferente. Me dio mucha pena de que cincuenta años de maleza hubieran arruinado el perfil más conocido de la ciudad, panorama presente incluso en su actual escudo 🤔
TODOS ESTÁN MUERTOS
El 3 de julio por fin pude visitar la exposición de Marisa Benito en la Fundación Rafael Botí. La profesora y artista multidisciplinar exponía una selección de fotogramas de su cortometraje «Todos están muertos», que presentó en la última Bienal de Fotografía de Córdoba y ha cosechando un buen número de premios por todo el mundo. Marisa ha puesto en valor las antiguas fotos familiares —que documentan y transmiten la historia de nuestros antepasados— y cuestiona cómo será esta memoria cuando se base en las fotos digitales que actualmente se amontonan en nuestros dispositivos. En la visita pude descubrir pequeños detalles de los fotogramas, que durante la proyección no había percibido. Y es que como bien dice ella: «Esas fotografías si no las miramos dejan de existir».
De vuelta a casa me topé con una grata sorpresa. Estaba en obras la casa de Albucasis, 6. Esa casa tenía en los años 70 uno de los patios más hermosos y premiados de nuestra ciudad, hasta que cayó en el olvido y se arruinó. Según me han dicho unos albañiles, va a destinarse a apartamentos turísticos…
