Balcanes

Fuimos de viaje a los Balcanes en julio de 2023. Durante ocho días recorrimos parcialmente cinco países de la antigua Yugoslavia además de Albania. Este viaje no estaba en nuestra carpeta de «pendientes», sin embargo, una serie de casualidades nos llevaron a hacerlo.

A finales de mayo estuvo en Córdoba Sandra Balsells. La fotoperiodista había cubierto las guerras yugoslavas de los años 90 y volvió allí en 2004 para realizar el documental Retratos del alma, que presentó en la XVIII Bienal de Fotografía de Córdoba. A la salida de la proyección, Pilar y yo estuvimos charlando un rato con Sandra; su experiencia nos impresionó tanto, que empezamos a considerar la posibilidad de visitar aquella región. Casualmente, en enero, en FITUR, había contactado con una agencia de Macedonia del Norte, que ofrecía el circuito que finalmente hicimos, guiados por la encantadora @lide_stojanovska. No fue un viaje estrictamente fotográfico, aunque sí hice bastantes fotos.

Volamos el viernes 7 desde Sevilla, llegando a Belgrado ya de madrugada
Serbia

Беoград

Belgrado, 8 de julio

Después de unas escasas horas de sueño en el hotel Royal Inn, salimos a descubrir la capital de Serbia. Empezamos por el céntrico parque-fortaleza Kalemegdan y su pequeña iglesia rosa, que tenía una lámpara muy peculiar. Después bajamos a la zona de las embajadas y paseamos por la elegante calle Knez Mihailova (Príncipe Miguel) y sus impresionantes edificios de fines del s. XIX. También me llamaron la atención algunos edificios dañados por los bombardeos selectivos de la OTAN en 1999. Cubriendo uno de ellos había un anuncio que me dio que pensar… Después nos pusimos en camino hacia Macedonia del Norte. Empezamos a ver algunos frutos del proceso de «balcanización»: países muy pequeños y poco poblados, grandes atascos en las fronteras y diversidad de monedas, aunque en muchos lugares ya aceptaban euros o tarjetas de crédito.

Salida de Serbia y entrada en Macedonia del Norte
Macedonia del Norte

Скопје

Skopie, 8 y 9 de julio

A la caída de la tarde llegamos a la capital de Macedonia del Norte, al hotel Next Door Park. Esa noche asistimos en el restaurante Skadarlija a una cena típica, amenizada por músicos locales.

Los músicos del Restaurante «Skadarlija”

Por la mañana subimos a la fortaleza de Skopie y visitamos el Museo [Etnográfico] de Macedonia. Después paseamos por los alrededores del Puente de Piedra, repleto de esculturas de Alejandro Magno, hasta el Memorial de Anjezë Gonxhe Bojaxhiu, la Madre Teresa de Calcuta, que nació en el centro de esta ciudad en 1910, cuando todavía pertenecía al Imperio Otomano. Más tarde asistimos a una degustación de vinos y nos pusimos en camino hacia el lago Ohrid.

Тетово – Охрид

Tetovo – Ohrid, 9 de julio

Paramos unos minutos en Tetovo para visitar la Mezquita Pintada, construida en 1495. Una hora más tarde comimos en una venta, Mekicite od Straža unos buñuelos buenísimos. A a la caída de la tarde llegamos al lago; allí nos alojamos en el hotel Nova Riviera y dimos un paseo antes de cenar.

Охрид

Ohrid, 10 de julio

Empezamos el día navegando por el lago y seguimos paseando por la ciudad (Patrimonio Natural y Cultural de la UNESCO). Entramos en varios talleres de artesanos y una tienda de perlas cultivadas del lago. Después visitamos el exterior de Santa Sofía y vimos los frescos de San Peribleptos. Por último bajamos hasta la iglesia de San Juan Kaneo, que habíamos visto desde el barco y regresamos al puerto. Por el camino me encontré un Yugo de los años 80 que parecía funcionar todavía 😉

Paso de Macedonia del Norte a Albania (sin sello)
Albania

Tirana, 10 de julio

En mi primer pasaporte ponía eso de «válido para todos los países del mundo EXCEPTO ALBANIA (y otros tres)» así que tenía curiosidad por entrar en este país que fue tan hermético y prohibido. Y me decepcionó; la zona fronteriza estaba llena de búnkeres y por donde íbamos pasando no había más que lavaderos de coches, cientos de ellos. Además, al tratarse de un país pobre, me sorprendió la cantidad de cochazos de alta gama que circulaban. Por lo demás, la capital Tirana tenía poco que ver, salvo un enorme lago artificial, por cuyo perímetro dimos un paseo. El hotel Dinasty tenía una decoración bastante peculiar, y lo mejor de la noche fue la cerveza que me tomé en la cena.

Krujë y Shkodër, 11 de julio

Después de esta parada «técnica» en Tirana, salimos hacia Krujë. Allí visitamos el castillo, y dentro de él, el Museo Nacional de Historia, obra fastuosa del periodo comunista dedicada al héroe nacional Skanderberg. Más al norte, en Shkodër, contemplamos unas vistas espectaculares de la región desde la fortaleza de Rozafa. Después nos dirigimos hacia la frontera con Montenegro.

Paso de Albania (sin sello) a Montenegro
Montenegro

Стари Бар

Stari Bar, 11 de julio

Montenegro era otra cosa. Nada más pasar la frontera cambió el paisaje y empezamos a percibir otro estilo de vida, orientado al turismo y la dolce vita. La ciudad italiana de Bari estaba en frente, cruzando el Adriático. Recorrimos la impresionante ciudad medieval, por la que pasaron Ilirios, helenos, romanos, bizantinos, eslavos, venecianos y otomanos.

Подгорица

Podgorica, 11 de julio

A media tarde llegamos a la capital de Montenegro, ciudad de menos de 200.000 habitantes, el 30% del total del país. Hay que destacar el CUE, hotelazo en el que nos quedamos; por una vez nos quedaríamos dos noches seguidas en el mismo. Antes de cenar fuimos a un cercano y enorme centro comercial, para proveernos de ropa (hacía más calor del que esperábamos) y bañadores (para el SPA). Cerca del hotel estaba la impresionante catedral de la Resurrección de Cristo, que visitamos; después disfrutamos de un concierto en el jardín del hotel, de una chica que se daba un aire a Pretenders.

Котор – Пераст – Цетиње

Kotor, Perast y Cetiña, 12 de julio

Día de excursiones desde Podgorica. En primer lugar fuimos a la bahía de Kotor, comarca natural y ciudad fortificada, ambas Patrimonio de la Humanidad. La ciudad se construyó por los venecianos en el cráter derrumbado de un antiguo volcán, para frenar el empuje de los otomanos. Después de comer unas pizzas, seguimos hasta Perast; allí tomamos una barca para acercarnos al monasterio de Nuestra Señora de las Rocas, del s. XII.

Después subimos por la «serpentina de Kotor», una carretera de 8,3 km con 16 curvas de infarto, y unas vistas estupendas de la bahía. En Njegusi degustamos el jamón de la comarca, bastante sabroso. Por fin llegamos a Cetiña (o Cetinje) la antigua capital real, actualmente sede del gobierno de Montenegro y residencia de su presidente. Paseamos por la apacible ciudad, vimos el palacio del Rey Nikola y el Palacio Real, al que me dejaron acercarme para hacer una foto.

De vuelta al hotel, disfrutamos del SPA, cenamos y nos recogimos temprano.

A la mañana siguiente nos despedimos de Podgorica, dijimos adiós al monumento al Crnogorsko oro, el baile nacional, y bordeando el Adriático tomamos un ferry para salir de Montenegro.

Paso de Montenegro a Croacia (UE) (sin sellos)
Croacia

Dubrovnik, 13 de julio

Llegamos a Dubrovnik hacia el mediodía. Las vistas de la ciudad vieja desde la carretera eran sobrecogedoras. La que fuera República de Ragusa, milenaria ciudad declarada Patrimonio de la Humanidad, estaba muy concurrida. Hicimos una visita rápida buscando las sombras, ya que arreciaba el calor. La figura de San Blas, el patrono de la ciudad, estaba presente en casi todos los edificios. También había una escultura de Roldán (Orlando o Rolando), que en su tiempo liberó la ciudad. Comimos y seguimos camino. Esta ciudad merecía una visita más sosegada y menos bulliciosa.

Paso de Croacia (sin sello) a Bosnia-Herzegovina
Bosnia y Herzegovina

Мостар

Móstar, 13 y 14 de julio

Conforme nos acercábamos a Móstar el paisaje me iba pareciendo familiar. Me recordaba a los Retratos del alma, la película de Sandra Balcells que había motivado este viaje a los Balcanes. Ruinas, muchas ruinas; edificios tiroteados, y cementerios…

Cenamos en el restaurante Del Río y dejamos el equipaje en el Cityhotel. Fuimos caminando hacia el Stari Most, el viejo puente. Había animación y buen ambiente, aunque noté cierta tristeza; la ciudad me parecía una olla a presión. En una tienda de recuerdos encontré una matrícula de Sarajevo, de la antigua Yugoslavia, que me traje para casa.

A la mañana siguiente, dejamos el hotel y volvimos a la ciudad vieja, Patrimonio de la Humanidad desde 2005. Después hicimos algunas compras y seguimos nuestra ruta, siguiendo el curso del río Neretva.

En Jablanica, comimos en el restaurante Kovačević. Un sitio encantador en un paisaje de ensueño; el cordero estaba muy rico.

Сарајево

Sarajevo, 14 de julio

Solo estuvimos unas horas en el centro de Sarajevo, capital de Bosnia y Herzegovina. Hicimos un recorrido desde la Biblioteca Nacional, pasando por la esquina donde fueron asesinados el archiduque Francisco Fernando de Austria y su esposa, el bazar otomano con la Mezquita Gazi Husrev y la Fuente Sebilj, hasta llegar a la Catedral del Corazón de Jesús. Allí, el guía local nos comentó entre otras cosas lo mucho que apreciaban a los españoles, y entre ellos citó a Gervasio Sánchez. Le dije que lo conocía ya que era el presidente de honor de AFOCO, mi asociación fotográfica.

Aquella noche estábamos muy cansados y nos recogimos muy temprano en el hotel Hollywood.

Тузла

Tuzla, 15 de julio

A primera hora nos pusimos en camino a Belgrado. Antes de pasar la frontera hicimos una parada técnica en Tuzla, ciudad conocida desde la antigüedad por sus minas de sal. Dimos un paseo por el centro, me compré una camiseta para recordar siempre la masacre de Srebrenica y nos surtimos de empanadillas y cerveza para el almuerzo.

Paso de Bosnia y Herzegovina a Serbia
Serbia

Беoград

Belgrado, 15 de julio

Aligeramos el regreso a Belgrado para tener tiempo de dar una vuelta, ya que la cena sería sobre las 20:30 y el traslado al aeropuerto, de madrugada. Volvimos por la calle Knez Mihailova hasta llegar a la iglesia de San Sava, la más grande de los Balcanes y una de las más grandes del mundo. Empezó a construirse mediante donaciones en 1935 y todavía no está finalizada. Regresamos al hotel mirando tiendas —¡ay, qué librerías! y otros edificios, el Hotel Moscú, la Asamblea Nacional, Correos…

La vuelta a casa, 16 de julio

Un taxi nos recogió en el hotel a las 3:00 a.m. y nos dejó en el aeropuerto Nikola Tesla

Mientras publico el siguiente viaje, puedes navegar por joaconde.net

joaconde.net utiliza cookies para que tengas la mejor experiencia de usuario. Si continúas navegando estás dando tu consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.plugin cookies

ACEPTAR
Aviso de cookies