Nunca habíamos estado en Jaén, ni Pilar ni yo, y era la única capital andaluza que nos quedaba por visitar, siendo la más cercana a Córdoba (120 km). Por eso, en el regreso de nuestra escapada a Baeza, paramos en la capital del Santo Reino poco más de dos horas, para comer y echar un primer vistazo.
Jaén, 13 de octubre de 2022
Dejamos el coche en una circunvalación y bajamos andando hacia la catedral. Las calles tenían un desnivel considerable; cruzamos la Plaza de la Merced y a corta distancia estaba la Plaza de Santa María, con el Ayuntamiento y la Catedral de la Asunción. Era casi la hora de comer, así que dejamos la visita para otra ocasión. Dimos un corto paseo por la Carrera de Jesús y de vuelta, junto a la Diputación, encontramos el restaurante Plaza Vieja. A pesar de estar de feria, con la cocina a medio gas, resultó sensacional su ensalada templada. Después, gateamos hasta el coche y subimos al Castillo de Santa Catalina, a ver qué se podía ver. Aparcamos en el Parador y caminamos un trecho hasta la Cruz. La panorámica de todo Jaén era impresionante…
Además del interior de la catedral, nos quedó mucho por ver. En otra ocasión visitaremos el Museo Íbero, San Ildefonso, los baños árabes, el refugio antiaéreo…