Solo salí dos días a los patios de Córdoba en 2012. Mayo era siempre un mes de mucho trabajo en el colegio. Y cuando tenía un hueco, o hacía mal tiempo —tanto lluvia como calor— o había bulla y colas para entrar. De las fotos que hice este año solo publiqué dos o tres en la revista número 59 de AFOCO. Ahora que las he vuelto a ver (junio de 2021) creo que no están tan mal y merecen un sitio en esta web.
Mis fotos de los patios de Córdoba en 2012
Empiezo con unas fotos del Palacio de Viana, patios, jardines e interiores, que hice en abril. Los patios de Viana son muy variados, unos son señoriales, otros más populares… No tienen la frescura ni la vida que hay en las casas de vecinos, pero son un poema, un escaparate que hay que ver y sentir.
Viernes, 11 de mayo
Estuve toda la tarde en la calle, de patio en patio, disparando casi compulsivamente. Iba ligero de equipo, con la Fujifilm X100, a la que por fin me iba acostumbrando. Aunque ese objetivo fijo de 35 mm me limitó bastante. A continuación, una relación de los patios por los que pasé:
Chaparro, 3, aunque de arquitectura moderna, conservaba la esencia del patio; Chaparro 9, que fue parte de la añorada casa de paso de La Lagunilla; Marroquíes, 6, con varias calles que se comunicaban entre sí dejando al descubierto las antiguas dependencias comunes, cuarto de pilas, cocinas, etc.; Zarco, 15, que era pequeño y acogedor; en la calle Parras, el 5, lleno de minuciosos detalles que merecían la pena ser contemplados; el 8, que fue parte de un convento y un cuartel; y el 6, que databa de 1579; Judíos, 6, con 300 años de antigüedad y una original fuente; San Basilio, 14, uno de los patios más premiados del Alcázar Viejo; Martín de Roa, 2, que integraba parte de la antigua muralla; Martín de Roa, 9, uno de los más espectaculares por la cantidad de macetas; San Basilio, 22, con su impresionante cancela de 1898; y ya anocheciendo, San Basilio, 44, que era la sede de la Asociación de Amigos de los Patios.
Domingo, 13 de mayo
Era el último día del concurso y estuve tirando las tres horas de apertura —de 11:00 a 14:00—. Empecé por Santa Marina, para documentar las colas del patio de Marroquíes, 6, incluso antes de que lo abrieran. Estos son los patios que fotografié:
Tafures, 2, con una impresionante perspectiva a través de una ventana a la calle; Pastora, 2, con su capilla privada de la Virgen de la Salud; Juan Tocino, 3, frondoso y con una refrescante piscina; San Juan de Palomares, 8, con un San Rafael y una antigua pila de mármol; San Juan de Palomares, 11, uno de los más premiados, con su decoración en color añil; Guzmanas, 4, patio con mucha historia que cuidaba Manuela con esmero; Guzmanas, 2, en la que reutilizaron elementos de la anterior construcción, como la fuente barroca; Pozanco, 6, con su exuberante variedad floral; Pozanco, 21, con su largo pasillo de acceso; Custodio, 5, donde aprovechaban cualquier cosa para hacer una maceta; Pedro Verdugo, 8, con su pozo encalado; Duque de la Victoria, 3, un patio con mucha solera; Gutiérrez de los Ríos, 33, otro patio muy refrescante; Isabel II, 1, con su regusto árabe; Plaza de las Tazas, 11, un enorme patio bosque; Isabel II, 25, con su brocal de pozo de forja; Barrionuevo, 22, un patio a dos alturas con fogón de ladrillo y varias piezas arqueológicas; y por fin, Tinte, 9, un patio antiguo que siempre me encantó.