Estuvimos en Vizcaya, después de Cantabria, en agosto de 2012. Bilbao no tenía nada que ver con el de 1985, cuando hicimos una breve parada, en ruta hacia Burdeos y París. Entonces era una ciudad oscura, ennegrecida y sucia, que vivía de espaldas a la ría. Sin embargo ahora era moderna, luminosa y estaba integrada con el Nervión.
9 de agosto, Bilbao
Al salir de Santoña, el GPS nos metió por unas carreteras infernales y creo que dimos varias vueltas; llegamos a Bilbao al mediodía. Nos alojamos en Arriaga Suites, unos pisos turísticos tras el teatro Arriaga, en pleno Casco Viejo. Comimos estupendamente en el RIO-OJA, sorprendidos por los niveles que alcanzaron las aguas en el 83. Después de una ligera siesta salí a descubrir la ciudad. Estuve en la Catedral de Santiago, en el Museo Diocesano, en San Antón y en el Museo Arqueológico. Solo tomé algunas fotos para usarlas en mis clases. Después recogí a Pilar y paseamos por la zona de Begoña, el Parque Etxebarría y terminamos cenando en la Plaza Nueva. Bilbao se preparaba para su Semana Grande y había muy buen ambiente.
10 de agosto, Bilbao
Por la mañana nos dirigimos al Museo de Bellas Artes; era fantástico, pero estaba prohibido hacer fotos. Después seguimos hasta el Guggenheim, en el que estuvimos hasta después de comer.
El museo Guggenheim-Bilbao era una visita imprescindible, no solo por el singular edificio, sino por la sensacional exposición temporal de David Hockney que albergaba.
Fotos del Guggenheim-Bilbao
A las 4 estábamos en el muelle de Pío Baroja para hacer un minicrucero por la ría. Aunque hacía bastante calor, el paseo fue refrescante; vimos el ayuntamiento, el Guggenheim, los puentes y mucha arqueología industrial en los márgenes de la ría. Al atardecer volvimos a los mismos lugares, ya con otras luces.
11 de agosto, Bilbao, Portugalete, Getxo y Santurtzi
Empezamos dando una vuelta por el mercado que teníamos al lado y después fuimos a la estación, a coger un cercanías hacia Portugalete. Cruzamos el Puente de Vizcaya, una joya de la ingeniería del s XIX. En la otra orilla, Las Arenas (Getxo) estaban celebrando carreras de traineras. De vuelta a Portugalete, fuimos caminando en 20 minutos hasta Santurtzi, y allí en el puerto nos despachamos bien de sardinas. De vuelta a Bilbao, esa noche nos despedimos de la ciudad otra vez en la Plaza Nueva, a base de pinchos
12 de agosto, Bilbao y Gernika-Lumo
No podíamos irnos de Bilbao sin ver a su patrona, la Virgen de Begoña. Pero era domingo y había misa. Seguimos camino hasta Guernica para ver el Museo de la Paz y la iglesia de Santa María. También visitamos la Casa de Juntas y el famoso árbol de Guernica y las esculturas de Chillida y Moore que había en el Parque de los Pueblos de Europa. La última foto es de Bermeo, donde paramos a comer, camino de San Sebastián.